La imagen que pone a Poggi en la cárcel
La publicó El Diario de la República en su edición impresa de ayer y convirtió al exgobernador de la Provincia en la noticia del día. Se planteó el interrogante si fue un anticipo del clima que se vivirá en el año electoral.
El fotomontaje acompañó una nota sobre una supuesta adjudicación irregular de una casa a un funcionario en 2015, es decir durante la anterior gestión gubernamental. En concreto se denunció que el secretario privado de un exministro fue favorecido con una vivienda social.
En la imagen aparece Claudio Poggi en una celda de la cárcel de La Botija.
Apenas salió a la calle la edición del matutino la pregunta fue si se trataba o no de una fotografía. Con el correr del día se llegó a la conclusión de que fue un fotomontaje.
Monopolizó la atención en las redes sociales y mereció espacio en varias radios y fundamentalmente en los medios digitales. Canal 13 y las cuentas de las redes sociales del Gobierno replicaron la nota que ganó atención justamente porque se lo sitúa a Poggi en un calabozo del complejo de alta seguridad en el desierto del oeste puntano.
La imagen cobró trascendencia porque fue publicada por el diario propiedad de la máxima autoridad institucional de la provincia, el gobernador Alberto Rodríguez Saá que tiene a Poggi desde diciembre de 2015 como su principal adversario político.
El periodismo sanluiseño registra dos antecedentes de un tratamiento equivalente en los últimos 34 años de democracia en la provincia, de ejercicio del poder por parte de Rodríguez Saá.
En la década del 90, el Poder Judicial fue sacudido con una tapa en la que se mostró en una foto trucada a los ministros del Superior Tribunal de Justicia en calzoncillos. El resultado fue la renuncia en el acto de los jueces del alto cuerpo, salvo uno de ellos que acaba de jubilarse.
El segundo caso fue la sucesión de tapas dedicadas por el periódico vespertino La Opinión al entonces intendente Carlos Ponce que se había enemistado con Rodríguez Saá. El dirigente pudo sostenerse en la función y decidió el momento para alejarse de la conducción de la intendencia de la capital provincial.
Desde entonces no se había buscado generar impacto a escala. Esta vez el rival es el exgobernador que viene denunciando “un plan sistemático” de Rodríguez Saá para impedirle participar de las próximas elecciones con denuncias judiciales y obstáculos en la justicia electoral para que no le concedan la personería jurídica a su partido.
La imagen fue valorada por periodistas y medios. Algunos entendieron que fue “un mensaje subliminal” y otros fueron más allá para considerarla como “un mensaje mafioso”. Como sea, no pasará demasiado tiempo en saberse cuál fue el objetivo buscado.